Hoy decidí que a partir de mañana voy a cambiar algunos detalles de mi vida, para que cada día no sea más de lo mismo, sino que sea como un nuevo amanecer, como empezar a vivir de nuevo. Decidí que sólo me acordaré del pasado para corregir los errores que cometí y para que me sirva de experiencia.
No todas las personas que amo, me corresponden como me gustaría… ¿Y qué pasa? A partir del próximo amanecer voy a continuar amándolas, sin tratar de cambiarlas. Quizás si fueran como yo quiero, dejarían de ser las personas que amo. Cambiaré yo mi manera de verlas y respetaré su modo de ser.
No pienses que voy a desistir de mis sueños. A partir del próximo amanecer, voy a luchar con más garra para que se cumplan. Pero esta vez será diferente, porque no volveré a responsabilizar a nadie por mi felicidad. ¡Voy a ser feliz! Y mi vida no se detendrá porque lo que deseo no sucede, porque un mensaje no llega, o porque no oigo lo que me gustaría oír.
Voy a ser feliz ahora…
A partir del próximo amanecer, voy a agradecerle al Dios del universo, no al Dios que las religiones han creado para su beneficio y lucro, agradezco por cada día de mi vida, por darme fuerzas para vivir, a pesar de mis problemas. Y no voy a obsesionarme por los problemas que no conseguí resolver.
Dejaré de sufrir por lo que no tengo, por lo que no oigo o no leo. Por el tiempo que se fue y dejaré de sufrir por anticipado, pensando siempre en lo peor. A partir del próximo amanecer, sólo voy a pensar en las cosas buenas que tengo.
Voy a aprovechar el tiempo que esté con mis amigos para sonreír, cantar, para repartir felicidad.
A partir del próximo amanecer voy a ser yo misma. Nunca más voy a tratar de ser un modelo de perfección. Nunca más voy a sonreír o decir palabras amorosas, cuando no lo sienta o porque creo que los otros quieren oírlas.
«A partir del próximo amanecer… voy a vivir mi vida sin miedo a ser feliz».
Créditos a su autor.