Se trata de una planta pequeña (de 20 a 60 cm de altura), de hojas grandes con vellosidades, abundantes espinas y flores de color amarillo. Su nombre científico es Cnicus benedictus y pertenece a la familia de las Compuestas.
También es conocida como cardo bendito, cardo blanco, cardo de San Benedicto, cardo moteado, centaurea bendita, centaurea vellosa, panicardo, tangarnina, zorrina, cardo-huso áspero, calcitrapa lanosilla y centaurea sudorífica.
Para muchos herbolarios, el cardo santo es un remedio mágico, milagroso. La planta obtuvo el título de “bendecida” o “santa” por su utilización en la curación de la peste y la viruela. En el siglo pasado fue señalada como un tónico de hierbas para la mujer.
CULTIVO DEL CARDO SANTO
La flor del cardo santo es muy atractiva. Consta de pequeñas esferas de color amarillo que crecen rodeadas de un adorno color magenta o rosa. El fruto es un aquenio cilíndrico de apenas un centímetro.
La hierba se cultiva a través de sus semillas, las cuales germinan rápidamente. Se suelen sembrar en canteros durante la primavera. En pocos días aparecen los brotes y estos se trasplantan cuando alcanzan unos cinco centímetros.
El cardo santo se halla en terrenos áridos, secos y pedregosos, márgenes de cultivos, orillas de caminos, lugares abandonados, viñedos y olivares.
Para sembrarlo se hacen surcos separados de 50 y 30 cm de distancia. Pronto aparece una roseta de hojas y comienza el proceso de floración. Durante esta etapa se realiza la cosecha, cortando la planta entera por la base. Posteriormente, la mata se pone a secar al aire y a la sombra, y luego se conserva bajo techo. La raíz es lo único que no se usa con fines medicinales.
PROPIEDADES DEL CARDO SANTO
El cardo santo está compuesto por lactonas sesquiterpénicas del tipo germacranólido, como cnidina y benedictina. También posee Flavonoides (glucósidos del apigenol, luteol y kenferol), dosis de aceite esencial (constituyentes triterpénicos y esteroídicos), Taninos, sales minerales (10 a 20%), alcaloides, resina y mucíligo.
La cnidina es una sustancia amarga con acción aperitiva, eupéptica, antibiótica, diurética, febrífuga, antiinflamatoria e hipoglucemiante. Por su parte, el aceite esencial tiene efectos bacteriostáticos y antifúngicas. Los flavonoides tienen propiedades diuréticas.
También se le atribuyen al cardo santo propiedades como colagogo, febrífugo, desinfectante y astringente.
Es por ello que el cardo santo es indicado en pacientes con asma, herpes, sabañones, artritis, anemia, diarrea, hepatitis y otros problemas en el hígado.
También se ha demostrado que es eficaz para reuma, retención de líquidos y cistitis, así como para aumentar la producción de bilis, controlar la hipertensión arterial, y sanar los edemas y afecciones urinarias.
Sin embargo, el uso más común de la hierba es para aumentar el apetito, mejorar la digestión y para eliminar flatulencias y cólicos. Además se emplea para bajar la fiebre, curar heridas y ulceras.
CÓMO USARLA
A través de infusiones, compresas y tinturas se aprovechan los beneficios terapéuticos de esta planta.
Para preparar la infusión se deben hervir 10 gramos de cardo santo en un litro de agua durante 5 minutos y luego se deja reposar 10 minutos. Se recomienda beberla antes o después de las comidas. Esta misma infusión se puede emplear de forma externa embebiendo un paño y aplicándolo en la zona afectada varias veces al día.
En las tiendas de artículos naturistas es posible conseguir la tintura de cardo santo. Se aconseja tomar 50 gotas diarias. Estas se pueden dividir y consumirlas en 2 o 3 veces al día. El tiempo del tratamiento dependerá de la patología. Sin embargo, la medicina natural suele tardar un poco más en surtir efecto, por lo que para ver resultados se debería ingerir cuando mínimo una semana consecutiva.
Del cardo santo también se pueden preparar polvos y empastes. El polvo se obtiene tras triturar la planta seca. Se puede consumir en una oblea y servir como diurético. Los empastes se preparan a partir de las hojas y se aplican sobre la zona infectada.
CONTRAINDICACIONES
A pesar de ser naturista, los remedios a base de cardo santo tienen ciertas contraindicaciones que se deben tener en cuenta antes de consumirlo.
Se ha comprobado que causa malestar en las personas que sufren de acidez, por lo que estos pacientes deben evitarla. Igualmente, no se recomienda que las mujeres embarazadas y los niños la usen para evitar efectos adversos.
Los pacientes de diabetes también deben emplear el cardo santo con mucha precaución para evitar complicaciones, si desean tomar infusiones de la planta deben usar una dosis baja de concentración.
Estudios señalan que cantidades muy altas de cardo santo pueden generar síntomas como diarrea, vómitos o irritación de la mucosa digestiva.
Como en otros tratamientos, antes de comenzar a usar un remedio casero se debe consultar al médico para mayor seguridad.
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